TEMA 1: LA HISPANIA ROMANA: FACTORES DEL PROCESO DE ROMANIZACIÓN. 2º BACH
Esta va a ser la primera de las entradas propias a la materia de Historia de España de 2º de Bachillerato.
Serán una serie de entradas en forma de resúmenes de temas que el alumnado podrá fotocopiarse o estudiar directamente desde el blog.
El formato de estos resúmenes se basarán a las exigencias de la prueba de la PAU, por lo que se realizarán a partir de una introducción, un desarrollo y una conclusión.
A estos resúmenes podrán acompañar, siembre que se considere necesario, otros recursos como esquemas, presentaciones power point u otros.
INTRODUCCIÓN.
Se entiende por romanización hispana al proceso de
adaptación de los pueblos hispanos a las estructuras económicas, sociales,
políticas y culturales propias del Imperio romano, ya sea por la fuerza o por
asimilación, por lo que también es un proceso de aculturación.
Este
proceso tuvo más importancia en la zona costera mediterránea y en el valle del
Guadalquivir, entre las tribus ibéricas que habían logrado un mayor grado de
civilización, ya que habían estado en contacto con otros pueblos anteriormente
(fenicios, griegos y cartagineses). Conforme nos alejamos de esta zona, la romanización
perdía peso en la configuración de las sociedades.
En la
conquista debemos destacar dos aspectos:
-Uno militar, de conquista, que se
desarrolló a lo largo de unos doscientos años: desde el año 218 a.C., cuando comienza
la Segunda Guerra Púnica, hasta el año 19 a .C. con la pacificación de la península. La
lucha se caracterizó por la resistencia hispana ejemplificada en Viriato y Numancia.
-Otro civil, llamado propiamente romanización, que
incluían todos los factores económicos políticos, administrativos y culturales.
DESARROLLO:
Factores del proceso de romanización.
Hispania
pasó a formar parte del Imperio romano como una provincia o colonia más. Como agentes
de la romanización hay que destacar:
a) El
asentamiento de ciudadanos romanos en colonias de nueva creación. Se trataba de soldados veteranos, a
los que se entregan tierras en pago por su servicio militar, como ocurrió en Itálica
(Sevilla).
b) El
papel del ejército. La mezcla que surgió en el seno del ejército entre romanos e indígenas,
sumado al papel de estos soldados veteranos, fortaleció los lazos culturales.
c) La
concesión de la ciudadanía romana a los indígenas. La
obtención del título de ciudadano romano suponía gozar de numerosos derechos
iniciado con la aristocracia indígena. Después del 212, tras el Decreto de
Caracalla, todos los habitantes del Imperio obtuvieron el derecho de
ciudadanía romana.
1. LA
ECONOMÍA.
El
sistema socioeconómico romano era propiamente urbano, ya que la ciudad
se convirtió en el centro de producción, comercio y administración de las zonas
colindantes, por lo que podemos clasificar a la civilización romana como
urbana.
Roma
creó ciudades como Emerita Augusta o Itálica, y desarrolló algunas de
origen indígena o prerromana como Cartago Nova.
Hispania
quedó integrada en el sistema de producción esclavista, siendo la base de su
sistema económico, desarrollándose a su vez una economía de tipo colonial, en
la que exportaba metales preciosos, aceites, esclavos, caballos o vinos. Este
sistema económico organizó una adecuada red de comunicaciones, como la Vía
Augusta, que conectaban los puntos productores con los consumidores, creando
verdaderos enclaves estratégicos en cuanto a la red de comunicaciones, siendo
nuestra actual red de carreteras, heredera directa de la romana . La economía hispana se basaba en los
siguientes aspectos:
a) La
agricultura y la ganadería:
Sus cultivos
principales eran la trilogía mediterránea (cereales, vid y olivo), destacando
la provincia Bética, que se especializó en la producción de aceite de oliva dedicado a la exportación hacia
Roma, y a la producción cerealística, convirtiéndose en el granero de Hispania.
El vino en cambio, tenía limitada la exportación para no competir con el romano.
Los
romanos protagonizaron un avance técnico con el barbecho y el uso de abonos,
junto con instrumental más moderno y variado, como el arado. Iniciaron
seguramente los regadíos en las llanura levantinas, como muestra recientes
excavaciones en la contraparada del Segura.
En
cuanto a la ganadería ocupó un lugar destacado la ganadería lanar, en la
cuenca del Duero y en el valle del Guadalquivir.
b) La
minería:
Representó
una de las principales fuentes de ingresos para la economía romana. Se extraía oro
de Asturias y León, destacando en el Bierzo el yacimiento de Las Médulas. Hoy
el paisaje resultante es patrimonio de la humanidad.
Otros
minerales importantes eran la plata de Cástulo y Cartagena, el cobre
en Riotinto, mercurio de Almadén, y el yeso traslúcido de Segóbriga.
Los esclavos eran ocupados en las minas en
una labor extremadamente peligrosa.
c) La
industria:
Se desarrolló la industria del esparto
para el consumo de la ciudad y el floreciente
comercio de salazones procedentes de la Bética, la Tarraconense y la Carthaginense. La salsa «garum»
fue famosa por todo el imperio como nos muestra el yacimiento de San Ginés de
la Jara, cerca de Cartagena, que potenció la industria cerámica junto a otros
productos.El olivo dio lugar a la industria del aceite y a numerosas almazaras,
como la recientemente descubierta en el yacimiento romano de Villaricos, en el
término de Mula. Otras industrias florecientes fueron latextil, el hierro a la
industria de armas.
Había unidad monetaria, conseguida gracias a la implantación del
denario de plata romano. Las ciudades hispanas acuñaron monedas.
2.
ADMINISTRACIÓN.
Hispania fue dividida en dos demarcaciones provinciales poco después de finalizar la 2ª Guerra
Púnica: Citerior y Ulterior; sus
respectivas capitales fueron Tarraco y Cartago Nova. Esta división administrativa perduró hasta
tiempos de Augusto.
Cada provincia estuvo dirigida por
un pretor. Augusto reorganizó alrededor del 27 a . C. la organización
provincial de nuevo: Bética con capital en Corduba, Lusitania con capital en Emérita Augusta, y Tarraconensis, con
capital en Tárraco.
Diocleciano en el siglo III deja seis
provincias: Bética, Lusitania, Carthaginensis, Gallaecia, Tarraconensis y
Mauritania Tingitania (Norte de Africa Occidental). En el año 385 las Baleares pasaron a formar
una nueva provincia (Baleárica).
En la base administrativa se
hallaban los municipios dirigidos por dos duunviros y una asamblea
de decuriones.
En relación con la tributación existían dos tipos fundamentales
de ciudades: las libres, que
estaban exentas de impuestos ordinarios, y las estipendiarias, sujetas al pago
de los mismos.
Las comunicaciones estaban facilitadas por más de 10.000 km de calzadas, y
para estudiar su importancia en el aspecto administrativo y comercial nos
fijaremos en dos de ellas: La vía Augusta o Hercúlea, que llegaba desde
Gades al Ródano, convirtiéndose en la gran vía de conquista y comercio, y la
Vía de la Plata, que era esencial para el comercio del oro y del estaño, recorriendo
el oeste de Hispania pasando por Itálica, Emerita o Lucus.
3.
ESTRUCTURAS SOCIALES.
Los núcleos urbanos que poseían la
consideración de colonias se nutrían
de ciudadanos romanos venidos a
Hispania. Algunos eran legionarios licenciados como hemos visto anteriormente.
Con la concesión de Caracalla
de la ciudadanía romana (212 d. C.) a
todos los habitantes del Imperio, llegaban a Hispania los derechos privados
(compra-venta, matrimonio con ciudadanos y apelación) y públicos (votar y ser
elegido magistrado), sin diferenciaciones.
En
la sociedad hispanorromana había gran
número de esclavos, principalmente utilizados como mano de obra, y que se
habían convertido en la base del sistema económico, hasta el punto de que
aparece definido como sistema esclavista para el materialismo histórico.
Cuando estos esclavos eran liberados
pasaban a ser libertos, algunos de los cuales se enriquecieron.
Existían notables
diferencias de poder y riqueza entre el Orden senatorial, integrado por
los miembros del Senado romano, el Orden ecuestre, para quienes las
finanzas eran generalmente la fuente de su riqueza, y el Orden decurional,
que estaba integrado por los miembros de los senados municipales.
4. LEGADO CULTURAL.
La romanización es un momento clave de la historia cultural
de los pueblos de la península. Como parte de este legado podemos distinguir: el latín, que se impuso como lengua común; el derecho romano (leyes, concepción del estado...),
que junto al derecho canónico se va a convertir en la base legislativa del Medievo;
la religión politeísta romana (Tríada Capitolina con Júpiter, Juno y
Minerva) y posteriormente, en el siglo I
el cristianismo, que se difundió por el imperio romano y
también por Hispania, tras su legalización por Constantino en
el año 313. Hubo varios emperadores que nacieron en la península (Trajano, Adriano),
al igual que importantes filósofos como Séneca, y escritores como Quintiliano y Marcial.
Han quedado grandes monumentos como los teatros de Cartagena o
Mérida, el acueducto de Segovia o el puente de Alcántara, las minas de las Médulas,
a ciudad de Segóbriga o tantas otras, que con su esplendor y su fuerza capaz de
resistir el peso de la historia, nos muestran la grandeza de una civilización
como la romana, que ha provocado que la historiografía haya denominado a una
etapa como el Renacimiento precisamente de esta manera, en alusión a la vuelta
a los valores clásicos propios de la cultura grecolatina, haciendo hincapié en
el oscurantismo propio de la Edad Media, aunque esta concepción historiográfica
ha sido superada por fin, sólo en los últimos años.
III.- CONCLUSIÓN. La crisis del siglo III.
A partir del s. III el Imperio romano dejó de crecer. No hubo
nuevas conquistas y desaparecieron los enormes botines de guerra, pero había
que pagar a las legiones de las fronteras. Empezó un periodo de anarquía militar.
Los
generales se apoyaban en sus legiones para erigirse en emperadores por la
fuerza, lo que desembocaba en guerras civiles y en una continua sucesión de
emperadores. Los pueblos germánicos comenzaron a infiltrarse por la frontera. Esta
situación está expresada en la tesis multicasual de Maier, que explica la caída del
Imperio Romano desde la Crisis del Siglo III.
A Hispania llegan otros pueblos bárbaros como
suevos, alanos y vándalos, con lo que el suelo hispano se ruralizó. Aparece el
colonato, por el que el campesino quedaba ligado a la tierra, antecedente de
las relaciones feudales. Los
visigodos se hacen con el control desde el S. V hasta la invasión musulmana
del 711.
Son
ocho siglos (de los siglos III a.c. al V d. C.) de presencia del mundo romano
sobre el suelo ibérico y constituyen el primer capítulo fundamental de la Historia de España.
Nuestra sociedad actual ha heredado de Roma un vasto legado, como ya hemos
visto.
Gracias por publicar este blog, ha sido muy eficaz para mí.
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