COMENTARIO DE PERFIL TOPOGRÁFICO

A partir del siguiente mapa, realizaremos el comentario del perfil topográfico en clase desde los puntos A hasta B.

Para realizar el comentario de un perfil topográfico necesitaremos una regla, papel de hoja de libreta cuadriculado, lápiz y goma.

En este primer ejemplo os coloco aquí la imagen del mapa con la línea ya realizada, y con los nombres de las principales unidades de relieve peninsular.

A partir de este ejemplo, los mapas que utilzaremos serán mudos.

COMENTARIO

Para analizar las diferentes morfoestructuras así como su evolución geológica y sus paisajes, se hará un recorrido por todas ellas en el sentido (NO – SE) de la flecha.

Comenzamos nuestro recorrido en Cabo Peñas (A), situado en la costa asturiana y perteneciente a la cantábrica, que se caracteriza por ser rectilínea, y por la aparición de rasas y acantilados, como se observa en el lugar donde comienza este comentario de perfil topográfico.

La primera unidad a analizar es el sector oeste de la cordillera Cantábrica, el Macizo Asturiano (1). Es de materiales paleozoicos que formaban parte del zócalo de la Meseta y rejuvenecieron en la orogénesis alpina. En su extremo oriental hay afloramientos de calizas primarias que constituyen los Picos de Europa , donde destaca el Naranjo de Bulnes.
La siguiente unidad es la Submeseta Norte (2)que es una cuenca sedimentaria formada tras el hundimiento de un bloque del zócalo herciniano durante la Orogenia Alpina. Al hundirse constituyó en un primer momento lagos, que debido a  la sedimentación de la era terciaria y cuaternaria se fueron colmatando de sedimentos de distinta dureza (margas,arcillas, arenas y calizas que suelen formar una costra encima de los anteriores).

Se disponen de forma horizontal ya que no han sufrido ninguna deformación posterior, y debido a la erosión diferencial se han creado paisajes como los páramos, los cerros testigo, las campiñas y las cuestas; casi todos ellos originados por las aguas de la Cuenca del Duero (a) que recorren toda la submeseta. Tiene una altura de unos 800 metros, es más uniforme que la sur y casi toda la cuenca hidrográfica está encerrada por montañas.

Dividiendo a la Meseta en dos partes se encuentra la tercera unidad a analizar: el Sistema Central (3). En este caso se trata de un bloque elevado del zócalo durante la Orogenia alpina. Los materiales, las estructuras y los paisajes ocasionados por la erosión son de roquedo primaria correspondiente al área silícea, donde predomina el granito.

En este caso los relieves llegan a los 2500 metros en la Sierra de Gredos, donde sobresalen las crestas agudas, escarpadas y dentadas conocidas como galayos

Al sur del sistema Central se localiza la cuarta unidad destacada: la Submeseta Sur (4) que tiene una altitud inferior a la Submeseta Norte (500/700 metros).

En ellas destacan la Cuenca del Tajo (b) y la Cuenca del Guadiana (d), separadas ambas por los Montes de Toledo (c), y que se abren hacia el Océano Atlántico.

Se trata en los dos casos de cuencas sedimentarias formadas por el hundimiento de una parte del zócalo durante la Orogenia Alpina. Al igual que ocurriera con la Cuenca del Duero, estas cuencas sedimentarias fueron ocupadas en un primer momento por agua, formando zonas de lagos interiores, que se fueron colmatando y rellenando de sedimentos de la era terciaria y la cuaternaria. En la actualidad forman relieves horizontales donde abundan los paisajes de erosión diferencial: páramos o mesas, (como La Mancha, La Alcarria o la Mesa de Ocaña) cerros testigo, campiñas y cuestas.

Entre las dos cuencas sedimentarias se hayan como ya se ha mencionado los Montes de Toledo. Se trata también de un macizo antiguo, que surgió al levantarse un bloque del zócalo en la Orogenia Alpina, al igual que el Sistema Central. Formado también por materiales silíceos (granito, gneiss), es uno de los ejemplos que existen en la península de relieve apalachense ocasionado por la erosión diferencial. Destaca la Sierra de Guadalupe.

Desde aquí, en dirección SE, la línea atraviesa el páramo que se encuentra al este de Sierra Morena, que recibe su nombre del roquedo oscuro y de su vegetación (jara), y se adentra en la parte más oriental de la Depresión del Guadalquivir (e), que es paralela a las Cordilleras Béticas, y que se formó en la Era Terciaria. Posee un relieve propio del área arcillosa con campiñas suavemente onduladas donde sobresalen los cerros testigo.

Atravesando esta parte oriental de la Depresión del Guadalquivir se encuentra el último sistema montañoso que atraviesa la flecha. Son los Sistemas Béticos (5), una cordillera de plegamiento alpino formada en la era terciaria debido al pliegue y elevación de los materiales depositados por el mar en el surco bético durante la era secundaria. Se trata de un relieve muy complejo tanto en sus estructuras (pliegues, mantos de corrimiento, pliegues desplazados…) como en los materiales (paleozoicos en el penibético, calizos en el subbético, y arcillos y margosos en la depresión intrabética).

Los sistemas Béticos se dividen en tres sectores. En el sentido de la flecha el primero que encontramos es el subbético (f), que se localiza en el interior. Está formado por la alternancia de calizas y margas. Sus sierras más importantes son Ubrique y Cazorla.

La depresión intrabética (g) es la siguiente unidad, se encuentra entre la cordillera subbética y la penibética y se encuentra fragmentada en diferentes hoyas: la de Baza, la de Guadix). Estas cuencas se rellenaron de materiales terciarios que por a la erosión y  la aridez del clima de la zona han dado lugar a paisajes de Bad Lands.

La última unidad, paralela a la costa, es la Cordillera Penibética (h). En ella podemos encontrar materiales paleozóicos del antiguo macizo Bético – Rifeño que se levantaron en la Orogenia Alpina .Los relieves son escarpados y elevados (más de 3000 metros) ,de hecho aquí encontramos las altitudes más elevadas de la península, destacando el Mulhacén.

Atravesando los Sistemas Béticos está la última unidad de relieve de este análisis, localizada en el Cabo de Gata (B), ya en la costa mediterránea, y más concretamente en su sector bético, que presenta tramos de acantilados (como los que encontramos en cabo de Gata), y tramos de costa baja que forman una estrecha llanura litoral.

CONCLUSIÓN:

En este recorrido por la península de NO – SE se atraviesan todos los tipos de unidades morfoestructurales: macizo antiguos, zócalos, cuencas sedimentarias y relieves jóvenes. En él se puede apreciar la gran diversidad de paisajes, estructuras y materiales que pueblan nuestra península y que son el resultado de una larga evolución geológica y de unos procesos de erosión en los que se conjugan, además de las estructuras y los materiales, los diferentes tipos de clima que encontramos a lo largo y ancho de la geografía peninsular. No es de extrañar por eso que se nos compare con un continente en miniatura.